Los crampones son las puntas de metal que se adhieren al calzado de montaña con el fin de otorgarle tracción y agarre en superficies de nieve y hielo. Su uso permite caminar seguro por glaciares e incluso escalar hielo vertical y desplomado. Los modelos que conocemos hoy en día son el resultado de 100 años de evolución desde que la marca italiana Grivel diseñó y patentó el primer par de crampones modernos. Actualmente, en el mercado encontrarás modelos diseñados para ser utilizados en caminatas de poca pendiente, otros modelos más específicos para escalada en hielo, terreno mixto (roca-hielo) o Dry-tooling; y también diseños versátiles que andarán bien tanto en pendientes moderadas como para escaladas verticales. La oferta es amplia, por lo que la elección se puede complicar un poco; por lo mismo, hemos escrito este post en el que te entregamos las principales características de los distintos tipos de crampones a fin de orientarte en tu elección. Comencemos...

Materiales

Acero

Son dos tipos de acero los que más se utilizan en la fabricación de crampones: acero al carbono y acero NiCroMo, también conocido como Cromoly. Ambos tienen una resistencia similar, pero el Cromoly es más liviano y aguanta algo mejor la corrosión. La resistencia y durabilidad del Cromoly lo hacen el mejor material para las duras exigencias propias del montañismo y la escalada en terrenos empinados de hielo y roca.

Acero inoxidable

La principal ventaja del acero inoxidable es su resistencia a la corrosión y su acabado  "más estético", sin embargo, su dureza, durabilidad y resistencia a fracturas o a la deformación son inferiores a la ofrecida por el Cromoly y al acero al carbono.

Acero forjado en caliente

Gracias al proceso de fabricación que utiliza altas temperaturas para darle gradualmente forma al acero, la estructura interna del metal se reordena y se vuelve más resistente. Debido a su gran resistencia es utilizado en las puntas frontales de algunos modelos de crampones.

Aluminio

Los crampones de aluminio son los más livianos; ideales para largas aproximaciones en nieve, para esquí de travesía o para salidas rápidas y no técnicas donde el peso a cargar es determinante. Pero por otro lado, si son utilizados en terrenos rocosos, se van a gastar significativamente más rápido que los de acero.

Puntas

La mayoría de los crampones tienen 10 o 12 puntas. Para caminatas en pendientes moderadas o travesías en glaciar, con 10 puntas es suficiente. Para montañismo más técnico y escalada en hielo, un par de puntas extras ayudan bastante. El tipo de punta frontal, su orientación y la posibilidad de convertir el crampón en mono-punta determinarán el uso para el que están diseñados.

Puntas frontales horizontales o planas

El largo y el ancho de estas puntas pueden variar bastante. Las puntas más largas y delgadas son las más polivalentes, ya que se desempeñarán bien tanto en nieve blanda como en nieve más dura o eventualmente hielo, mientras que las puntas más cortas y anchas serán más difíciles de clavar y de mantener en posición en pendientes de hielo duro, limitando su uso a caminatas y travesías en pendientes moderadas.

Puntas frontales verticales en sierra

Este tipo de puntas están diseñadas para ser utilizadas en terrenos verticales de hielo o de escalada mixta. Consiste en una punta de ángulo agresivo y muy afilada que permite penetrar y apoyarse en hielo duro y roca, que además posee dientes que permiten morder la nieve dura o el hielo.

Puntas frontales en "T"

Marcas como Grivel han desarrollado puntas en "T", que son una mezcla entre las dos puntas descritas anteriormente. Consiste en una punta vertical en sierra para escalada técnica en hielo o mixto que en su parte superior se ensancha para mejorar su desempeño en terrenos de nieve.

Puntas frontales intercambiables y monopuntas

Existen modelos diseñados para escaladas de alta dificultad técnica, escalada mixta y Dry-Tooling, que poseen tan sólo una punta frontal para la máxima precisión en apoyos pequeños. También hay modelos de dos puntas que ofrecen la posibilidad de convertirlos a la modalidad monopunta. La ventaja de este tipo de crampones es que además de ofrecer versatilidad, permiten cambiar las puntas después de un uso exhaustivo.

En las imágenes se puede ver el detalle de las puntas frontales para: un crampón con puntas horizontales cortas y anchas, un crampón "polivalente" con puntas horizontales largas y delgadas, un crampón monopunta y un crampón con puntas verticales, en sierra y en "T".

 

Construcción

Flexible

Las partes delantera y trasera se unen mediante una barra de metal flexible que le permite al crampón adaptarse a la flexibilidad de las botas no rígidas (trekking, snowboard).

Semi Rígida

En este tipo de construcción las partes se unen con una barra de acero rígido y están diseñados para ser utilizados con botas rígidas (montaña). Atención: Si un crampón semi-rígido se utiliza con calzado flexible, se corre el riesgo de romper o deformar la barra, ya que no podrá adaptarse al movimiento del calzado.

Rígida

A pesar de que son cada vez menos frecuentes, aún se siguen fabricando algunos modelos de crampones que consisten en un marco totalmente rígido, como el modelo "Rambo" de Grivel. Hoy en día su uso está limitado a escaladas técnicas en terreno mixto y Dry-Tooling. Debido a su construcción y rigidez son muy poco recomendados para caminatas.

Tipos de fijación

Universal o de correa (New-Classic)

Es el sistema de fijación más versátil ya que se ajusta prácticamente a cualquier tipo de calzado. La mayoría de los crampones que utilizan esta fijación están diseñados para montañismo general poco técnico. Es una buena opción si quieres utilizar los crampones en distintos pares de botas. El ajuste no es tan preciso como los otros tipos de fijaciones lo que obliga a re-ajustarlos luego de un rato caminando. En algunas ocasiones puede quedar un pequeño juego entre la bota y el crampón, por lo que se recomiendan para ser utilizados en nieve y sólo en pendientes moderadas de hielo.

Automático (Cramp-o-Matic)

Este tipo de ajuste funciona sólo con botas rígidas de montaña con pestaña delantera y trasera. La precisión del ajuste hace que sea la mejor opción para rutas técnicas o de escalada en hielo. Es fácil de colocar y de ajustar, de hecho, es el sistema más fácil de utilizar con guantes en condiciones frías. Al colocarlos, asegúrate de que las pestañas estén libres de hielo y de nieve para que el ajuste sea preciso.

Semi-automático (New-Matic)

Este ajuste es un híbrido entre el universal en su parte delantera y el automático en la pestaña trasera. Se pueden utilizar en botas que cuentan con pestaña delantera y trasera para fijación automática o con botas que tienen solo una pestaña trasera. Es una buena alternativa si tus botas tienen la pestaña delantera muy gastada por los acarreos.

Antibott

El antibott es un accesorio de plástico que resguarda la planta del pie de la acumulación de nieve (zancos) y la consiguiente pérdida de tracción en pendientes nevadas. Su uso permite caminar de manera segura al evitar eventuales resbalones. Hoy en día la gran mayoría de crampones disponibles en el mercado incluyen el antiboot.

Parte inferior de un crampón. Se puede apreciar el antibot (en color amarillo).

 

 

La siguiente tabla resume las principales características de los crampones según la actividad para la que fueron diseñados.  

Actividad Material Tipo de puntas frontales Construcción Fijación Número de puntas
Caminata en nieve Aluminio o Acero Puntas horizontales Flexible o Semi Rígida Universal 10
Montañismo general Acero Puntas horizontales o en "T" fijas Semi Rígida Semi automática, automática 10 a 12
Escalada en hielo Acero Puntas verticales o monopunta Semi Rígida Semi automática, automática 11 a 12
Escalada mixta/Dry-Tooling Acero Puntas Verticales o monopunta Semi rígida/Rígida Automática 11 a 12+

 

Consejos finales

Compatibilidad del crampón y la bota

La elección de los crampones está determinada por tus objetivos. Una vez que tengas claro lo que quieres hacer o llegar a hacer, debes comenzar a reunir el equipo. En ese sentido, lo primero que deberías definir son las botas y luego los crampones. Nunca al revés. Cuando vayas a la tienda decidido a comprarlos, lleva tus botas y pruébalos en ellas, de esa manera te asegurarás de que calcen de manera perfecta. Atención: En el caso de botas muy grandes (sobre talla 45), es necesario reemplazar la barra central por una de mayor longitud para permitir un calce y ajuste preciso.

Tómate tu tiempo

Un buen par de crampones durarán varios años o temporadas, por lo que es una inversión que merece tu tiempo y atención. Evita compras impulsivas o comprar sin la debida información.

Instrúyete

Para finalizar, no podemos dejar de recomendarte que una vez que tengas tus crampones te capacites con un instructor. Es vital que aprendas a colocártelos y a utilizarlos de manera correcta. De nada sirve tener un excelente par si no sabes caminar o escalar con ellos. Una buena técnica te permitirá moverte de manera segura en la montaña.  

 

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