Haz el siguiente ejercicio: imagina que durante una expedición a un volcán de la Puna de Atacama todo se salió de control y repentinamente pierdes el rastro de tus compañeros. Estás solo, desorientado, con poca agua y bajo un sol que quema. Pasan las horas y no sabes qué hacer, ya no queda agua, hace sed y se avecina la noche. Caminas por aquí y por allá; y de tus compañeros nada. Entre calambres buscas refugio en unas pircas; te queda algo de comida, pero nada de agua. La sed arrecia y es cada vez más insostenible, cuando de pronto recuerdas que alguna vez viste en la televisión a un tipo "a prueba de todo", un superviviente casi inmortal que en casos como este, sin mayor apremio bebía su propia orina para hidratarse.

¿Es seguro beber la orina?

A pesar de que algunas personas afirmen que en casos extremos beber nuestra propia orina puede hidratarnos, lo cierto es que aquella aseveración es total y completamente falsa. Beber tu orina es pésimo, de hecho, no sólo NO ayuda a hidratarte, sino que produce el efecto contrario deshidratándote más rápido. La orina es el "vehículo" que permite la eliminación de los residuos líquidos y solubles de tu cuerpo. Aunque es mayoritariamente agua (casi un 95%), contiene sales disueltas, minerales y residuos de toxinas provenientes del hígado. Mientras más deshidratado estés, mayor será la concentración de aquellos contaminantes en tu pipí. En una situación de supervivencia, lo más probable es que estés muy deshidratado con tu orina muy concentrada y de un color muy amarillo; Si en esa situación la bebes, lo que haces es volver a poner en circulación en tu cuerpo todos esos contaminantes que a tu hígado tanto le costó eliminar y, eventualmente, podría provocar que alcances niveles tóxicos para tu organismo. De manera similar, también es peligroso beber agua de mar (por su alta concentración de sales), ya que cuánto más bebes, más rápido te deshidratas. La ciencia dice que (y en términos muy simples), si bebes demasiada sal, ésta extrae el agua de las células a través del proceso de ósmosis. A pesar de todo lo anterior, es posible beber orina sin padecer efectos nocivos. Por ejemplo, una persona sana y muy bien hidratada (orina clara, casi transparente) puede llegar a beber perfectamente un par de tacitas de su propio pipí, ya que sin ser completamente estéril de microorganismos, no contiene elementos o microbios nocivos que pueden enfermarte de inmediato como los que se encuentran en agua contaminada con heces.

¿Puedo potabilizar la orina utilizando un filtro de agua?

Lamentablemente la respuesta es NO. Las sales disueltas, iones y moléculas presentes en la orina son demasiado pequeños para filtros e incluso para purificadores, por lo que no se pueden eliminar. Otras formas de tratamiento, como la luz UV o tratamientos químicos sólo matan microbios sin poder hacer nada para eliminar contaminantes de tamaño molecular. Los filtros son perfectos para eliminar residuos orgánicos y microorganismos como bacterias protozoos e, incluso algunos modelos, virus. Pero nada pueden hacer para purificar la orina concentrada y hacerla bebible. La única manera de beber orina de forma segura en una situación de supervivencia y deshidratación, es eliminando los contaminantes disueltos en ella, o al menos llevarlos a niveles insignificantes, para aquello, sólo hay dos maneras de hacerlo. Una de ellas es realizando el proceso de ósmosis inversa, que utiliza una presión extremadamente alta para forzar el agua a través de una membrana que, literalmente, sólo permite el paso de agua (ni siquiera sal). La otra opción es realizando el proceso de destilación-evaporación, que consiste en aplicarle calor a la orina hasta que el vapor de agua se evapore y condense en un recipiente diferente para poder beberla. Más difícil aún que purificar la orina es eliminar todo rastro de gusto y de olor. No todo lo que brilla es oro, tampoco el pipí. La recomendación es que no bebas tu orina en caso de emergencia ya que puede ser perjudicial para tu salud. Como siempre, la planificación y preparación son vitales para el éxito de tus aventuras. Asegúrate de no quedarte sin agua. Las historias irreales de supervivencia es mejor dejárselas a la televisión.

Artículo adaptado y traducido del Blog de MSR.