Una buena carpa es una inversión, por lo que cuidarla para prolongar su vida útil es importante. Siguiendo estos simples ocho consejos, podrás disfrutar de tu refugio por muchas temporadas.

1. Nunca guardes tu carpa húmeda

Típico. Después de un campamento invernal queda todo húmedo y mojado. Llegas a la casa cansado, sediento y hambriento. Directo al refrigerador… Es difícil, lo sabemos, pero antes de vaciar el refri es bueno sacar el equipo de la mochila y dejarlo secar a temperatura ambiente mientras comes, te duchas o lo que sea que te guste hacer cuando llegas del cerro. Es importante que no guardes la carpa mojada, ya que se pueden formar hongos que afectan la resistencia de los tejidos y revestimientos llegando incluso a romperlos. Guarda la carpa seca y en un lugar fresco en donde no llegue la luz directa del sol.

2. Trata a los parantes con amor

Así es. Sobre todo cuando estás armando la carpa, ya que en ese momento es cuando están más expuestos a mal tratarse. Cuando estires los parantes preocúpate de que los segmentos encajen de manera perfecta, no a medias, ya que al hacerlo mal arriesgas roturas al momento de colocarlos en la carpa. Evita pisar los parantes cuando los tengas en el piso. Una vez que vayas a plegar los parantes para guardarlos, comienza desde el centro hacia el exterior, moviéndolos para así distribuir uniformemente la tensión del cordón elástico. Si estuviste acampando en un lugar con mucho polvo o arena, asegúrate de limpiarlos bien, sobre todo en las intersecciones. Finalmente, al guardar los parantes preocúpate de envolverlos dentro de la carpa. No los metas en la misma bolsa que las estacas, de esa manera se evita cualquier tipo de roce o fricción que pudiera dañarlos.

3. Usa un footprint

El footprint fue diseñado para mantener el piso de la carpa limpio, para protegerlo de la abrasión y para evitar que la humedad haga de las suyas en condiciones invernales. Además, ayuda a mantener el piso de tu carpa limpio a la hora de guardarla. Claramente el uso de este "accesorio" ayudará a que el piso de tu carpa dure por mucho más tiempo.

4. Sé cuidadoso con los cierres

Los cierres pueden llegar dañarse si es que no los manipulas de manera adecuada. Aunque cuesta, sobre todo cuando en la madrugada y semi dormido tienes que salir a hacer pipí, siempre trata de ayudarte con las dos manos para abrir o cerrar los cierres, de esa manera los carros se mantendrán en su lugar y evitarás rasgar la malla o tela. Otro buen consejo es limpiar los cierres con un cepillo de dientes y agua y jabón después de haber acampado en lugares con mucha tierra o arena. Al guardar tu carpa, procura dejar los cierres abiertos, para que de esa manera no se dañen al doblarla.

5. Protégela de los rayos del sol

Las carpas ofrecen buena protección tanto en tiempo soleado como en tormentas, pero si quieres que tu carpa dure muchas temporadas, no la dejes armada en el patio de la casa todo el verano. Los rayos UV descomponen las fibras de nylon, secándolas y haciéndolas frágiles, lo que disminuye considerablemente su resistencia. Cuando eso pasa, la tela puede llegar a rasgarse en las costuras y sellados. Mantén tu carpa fuera del alcance de los rayos del sol cuando no la uses.

6. No cocines dentro

Aparte de que es peligroso debido a que en condiciones de poca ventilación cocinar dentro de la carpa consume el oxígeno y libera monóxido de carbono que puede llegar a intoxicarte, no son pocos los casos de carpas que han resultado quemadas y estropeadas por causa del uso de cocinillas en su interior. Por tu seguridad y por la vida útil de tu carpa, no cocines dentro.

7. No te metas con botas (ni menos con crampones)

Parece evidente, pero "lo esencial es invisible a los ojos". No te metas a la carpa con las botas puestas. Así evitarás romper el piso y ensuciar/mojar el interior.

8. Usa el sentido común

"El sentido común es el menos común de los ZZZZzzzzzz". ¿Quién no ha visto carpas volando por cajones cordilleranos, o peor aún, carpas "dadas vuelta" azotándose sin piedad, mal ancladas, contra el piso a causa del viento mientras los usuarios están dándolo todo en el cerro? A mí me ha pasado. Bueno, a lo que vamos. El viento es un factor determinante a la hora de armar y anclar nuestro refugio, por lo que siempre hay que recordar que, si tienes una carpa con dos entradas, éstas deben estar abiertas para que el viento fluya evitando que se eleve por el aire como un frágil volantín. Luego, trata de anclarla de manera sólida usando piedras grandes en cerros secos o anclajes tipo Deadman en nieve. Fija bien los cuatro extremos y utiliza todos los vientos. Un buen armado y buen anclaje de la carpa, sobre todo en condiciones ventosas, evitará desgastes o roturas innecesarias.  

Esperamos que estos consejos te ayuden a prolongar al máximo la vida útil de tu tan preciada carpa. Si te gustó este artículo ¡Compártelo!, a nosotros no nos molesta que lo hagas. Hasta la próxima.

 

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